Autor: clark kent
Temática: Ficción
Descripción: a) Paliata: pieza inspirada en la comedia nueva griega, con ambientación y temáticas propias del mundo heleno; es la única de la que nos quedan obras completas. b) Togata: comedia de temática semejante a la paliata, pero con ambientación romana o itálica. c) Atelana: obra de temática muy simplificada, elemental y popular, de ambientación exclusivamente itálica. d) Mimo: comedia en que al diálogo se añade como elemento esencial y forma habitual de expresión la representación mímica, con un tipo de temática no especialmente diferente de las otras variantes. Creemos que puede ser interesante conocer más características. Las ampliaremos a continuación. Si enlazamos los datos en horizontal nos saldrá una definición más completa de cada subgénero. Si los comparamos, nos daremos cuenta de dónde está la clave de las diferencias entre ellos. súbgenero modelo griego ambientación y personajes argumento primacía expresión prestigio social coturnata sí griegos complejo literaria alto pretexta no romanos complejo literaria alto paliata sí griegos complejo literaria bajo togata no itálicos complejo literaria bajo atelana no itálicos simple ? bajo mimo variable grecoitálicos simple corporal bajo Ambientación y caracterización de personajes La tragedia tiene grandes decorados y columnas, aludiendo a palacios, especialmente. El decorado de la comedia es simple, con varias casas privadas, con sus puertas y balcones. En los subgéneros que hemos caracterizado con ambientación griega, los objetos y referencias culturales son griegas y se puede aludir a Roma como algo extranjero. En los subgéneros de ambientación romana los elementos son totalmente romanos. La caracterización de los personajes es fundamental y llamativa. Nos permitirá distinguir entre los tipos de personajes, su categoría social y el subgénero. Hay que especificar en el calzado, el vestido y la máscara. Los actores de tragedia usan el coturno, una especie de zapato con plataforma, y los actores de comedia usan el soco, una especie de sandalia, salvo los actores de mimo que no se calzan. El vestido de la coturnata es, especialmente, el quitón, especie de túnica con mangas, que en las mujeres se ajusta al cuerpo con un doble cinturón, uno debajo del pecho y otro en las caderas; encima se podía poner un manto amplio enrollado al cuerpo, llamado himatión, o una capa rectangular corta para los soldados, jóvenes y ricos en general, llamada clámide. En la tragedia pretexta el vestido principal es la toga romana, blanca, con borde púrpura, llamada precisamente pretexta. En la comedia paliata, los personajes femeninos usan como manto la palla o himatión y, principalmente, el peplo que consiste en una túnica doble, ajustada con un cinturón en las caderas, en la que la segunda sólo cubre el tronco, sin mangas y un costado abierto; Los varones usan sobre pantalones una túnica que deja un hombro al descubierto y se pueden cubrir con el himatión. En la comedia togata se usa túnica y encima una toga blanca. En la comedia atelana más o menos igual que en la togata. En el mimo, además de la túnica, usaban el ricinio, especie de velo, que se echaban sobre su cabeza afeitada. En general los colores son llamativos: rojo, púrpura, azul cielo, blanco. Aparte de la máscara, los personajes eran reconocibles por unos atributos. Así el cocinero tenía un delantal, el soldado una clámide y una espada, el jefe de la casa un bastón doblado, el mercader de esclavos un bastón rígido y una bolsa de dinero, un rey su corona, etc. Todos los subgéneros utilizan máscaras menos el mimo. Hechas de madera ligera o de tela y estuco, poseen en la cabeza una peluca de pelo o lino y una apertura en la boca acondicionada como un pequeño altavoz. Las máscaras de tragedia cuentan con un peinado exageradamente levantado sobre la frente. El color sirve para distinguir: pálido para mujeres y ancianos, rojo para esclavos, moreno para hombres. Las máscaras cómicas tienen un pelo ondulado. Los viejos y esclavos son a menudo calvos; los jóvenes rubios y con rizos; las máscaras femeninas presentan distinto
Autor: clark kent
Temática: General
Descripción: Por lo que toca a las partículas, de ordinario son todas indeclinables, y algunas lo son con un sólo caso determinado. Otras hay que se declinan con algunos casos. Nota lo siguiente: si estas partículas las componen palabras respecto de las cuales se duda si son partículas, o nombres, o verbos, o se piensa respecto de ellas que algunas tienen forma de nombre y otras tienen forma de verbo, conviene que [la gramática] enseñe cuáles son ordinariamente nombres, y con qué casos se declinan, y cuáles son ordinariamente verbos, y en qué casos se conjugan. Respecto del modo que da reglas de la composición misma, primero demuestra cómo se componen y ordenan las palabras en aquella lengua, y en cuántos géneros, hasta que se convierten en frases; luego [11] enseña cuáles son el orden y la composición más puros en la lengua de que se trata. La ciencia de las reglas de la recta escritura distingue primeramente las letras que se escriben en las líneas y cuáles no se escriben en ellas, y luego enseña el método que se ha de seguir en lo que se escribe. La ciencia de las reglas de la recta lectura enseña el lugar de los puntos; los signos que se ponen junto a las letras, pero que no se escriben en las líneas [tasdid, madda]; los signos por medio de los cuales se distinguen las letras comunes [iguales]; los signos que se ponen a las letras que al encontrarse se contraen, o se apoyan unas en otras; los signos mediante los cuales se forman las sílabas de las frases, distinguiendo entre los signos de las sílabas breves y los signos de las sílabas medias y largas. Enseña [esta parte de la gramática] los signos de sostén (?) de las palabras y frases ordenadas, y de las que se abrevian, y de las que se alargan entre sí. La ciencia de las reglas de los versos, bajo el respecto que se parece a la ciencia del lenguaje, tiene tres partes: 1ª Comprende el compendio de los metros usados en los versos, sean metros simples, o compuestos; además, el compendio de las combinaciones de las letras del alfabeto, de las cuales resulta en cada clase cada metro, que son las llamadas por los árabes pies (asbab y autad) y por los griegos sílabas y pies; y además la explicación de las medidas de las estrofas y los hemistiquios y de la cantidad de letras con que se termina y se completa cada estrofa en cada metro; y, finalmente, distingue entre los metros perfectos y [12] los imperfectos, define cuáles sean más bellos y más dulces al oído. 2ª Trata de las terminaciones de las estrofas en cada metro; cuáles tienen una sola terminación y cuáles tienen varias, y entre estas últimas cuál es completa, cuál es aumentada y cuál es disminuida; qué terminaciones tiene una misma letra conservada en todo el poema, y cuáles tienen varias letras conservadas en la casida; y cuál es la mayor cantidad de letras que pueden tener las terminaciones de las estrofas. Se ocupa además en las rimas que tienen varias letras sobre si se puede o
Autor: clark kent
Temática: General
Descripción: Borges equiparaba a Fierro con Juan Moreira. Error flagrante. Son arquetipos distintos. Martín Fierro es un personaje discutible pero simbólico. Moreira, un matón de comité. Aquél prevalecerá porque tuvo rebeldías valiosas y ciertos impulsos cuestionadores. Por lo demás, amén de la genialidad condensada en su Martín Fierro, José Hernández fue un escritor que hizo todo lo posible por exaltar las industrias agrarias del país. Ambos afanes son deudas que no caducan. –¿Qué sabía Hernández de los hombres que encarnó en su personaje? ¿No pertenecía a una clase social acomodada? –Todo lo contrario. Fue hombre de estancia y posteriormente funcionario público. Estuvo en Entre Ríos y después, perseguido por cuestiones políticas, vivió en Brasil Se cree que allí escribió la mayor parte del Martín Fierro. Conocía el campo. Y pensaba que el gaucho, el pueblo argentino, debían evolucionar, mejorar su idiosincrasia. –¿Y Don Segundo Sombra qué tal? –Bueno, ahí lo tiene. Es una obra sumamente literaturizada No se deben bañar y engominar gauchos y paisanos todos los días. Güiraldes lo ha hecho, descaracterizándolos. A don Segundo solo le falta hablar francés... Para mí, su libro más bello es Xamaica: allí está él. Solo. Sin la criollidad castrada de aquel espécimen tan distinto al de Hernández y al Viejo Vizcacha, por ejemplo... Los temas nativos hay que abordarlos con autenticidad. Como en el Martín Fierro, hecho con un criterio aleccionador. Una obra, literariamente, de gran volumen, de una integración bien mantenida. Pero además, con la preocupación de mejorar las condiciones de vida del hombre de campo cuando en la Argentina todavía no se había obrado sobre el gaucho para convertirlo en ciudadano. –Para su Elvirus de L'Ambigú... –... L'Ambigú, una novela dialogada de punta a punta, única en el mundo... Disculpe, ¿qué me decía? –Que para Elvirus, el crítico literario de L 'Ambigú, Sarmiento y Hernández son lo más significativo de la literatura argentina del Siglo XIX. ¿Quiénes, para usted, en el Siglo XX? –Lugones y Almafuerte son notas capitales, pilares. Borges también. Y después tiene una cantidad de elementos satélites, de real mérito, como Pedro Miguel Obligado, Canal Feijóo, el viejo Korn... Otros que valen son el sanjuanino Juan Pablo Echagüe, Ángel Estrada hijo... –¿Roberto Arlt? –No, no me agrada, lo he leído poco. –¿Julio Cortázar? –Ah, Cortázar, claro, claro. Le gustaba mucho mi Caterva, sus atorrantes personajes. Me nombra en La vuelta al día en ochenta mundos, pero a pesar de la admiración que tenía por mi libro, nunca me mandó nada. No nos conocimos. Sólo lo vi en París cuando coincidimos en una conferencia de Borges. –¿Está de acuerdo con quienes opinan que la cuentística argentina debe considerarse antes y después de Cortázar? –No, no... es un buen escritor pero no tanto... no tanto. No es una piedra liminar como Lugones, ni como Payró o Benito Lynch. Horacio Quiroga sigue en punta. –¿De la literatura argentina más reciente, realmente no rescata nada? –Los libros que he leído de la gente joven que está surgiendo son muy deficientes. Cuando usted lee a los que le menciono, a Mallea... los saborea. Lee los libros del autor de Rayuela y los saborea, pero las últimas producciones argentinas no le dejan memoria, a la semana se olvidan. Además, ahora está lleno de futurólogos, politicólogos, gente que escribe literatura periodística. Prevalecen una cantidad de artículos que tienen una actualidad momentánea, artículos completamente amorfos, sin calidad literaria; sólo